Los estudios realizados por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires sobre diversos restos biológicos, incluyendo muestras de sangre, orina y un hisopado nasal, proporcionaron información relevante sobre el estado físico de Payne antes de su caída. La autopsia realizada en la Morgue Judicial del Cuerpo Médico Forense de Buenos Aires reveló al menos 25 lesiones en su cuerpo, compatibles con los efectos de una caída desde aproximadamente diez metros. Entre los daños más graves, se encontró un traumatismo de cráneo severo, que según los peritos fue la causa principal de su fallecimiento.
Un informe oficial publicado por la Procuración General de la Nación sugiere que la caída de Payne podría haber estado relacionada con un episodio de desorientación causado por el consumo de drogas. Las autoridades indicaron que el cantante no adoptó una postura de protección al caer, lo que sugiere que se encontraba en un estado de semi o total inconsciencia en el momento del accidente. Este detalle refuerza la hipótesis de que el consumo de sustancias pudo haber influido en el suceso.