La última guerrilla activa de Colombia allana el camino para reiniciar el proceso de paz y libera a 15 secuestrados en una semana
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha estado dispuesto a sentarse a hablar con todos los gobiernos de Colombia desde finales de los años ochenta. Ha pasado más de la mitad de su existencia intentando una salida negociada, sin que hasta ahora haya tenido éxito. Alrededor de esas conversaciones se ha creado la idea —con razones― de que es difícil llegar a acuerdos, por lo que la Presidencia de Gustavo Petro tiene el reto de hacer que esta vez sí funcione y acabar con el mito de que es imposible pactar con el ELN.
El ELN que se sentará con el nuevo Gobierno está más fuerte que antes, pero dispuesto al diálogo
La última guerrilla activa de Colombia allana el camino para reiniciar el proceso de paz y libera a 15 secuestrados en una semana
Funcionarios de la Defensoría del Pueblo hablan con guerrilleros del ELN, durante la liberación de varios soldados y un policía en zona rural de Arauca, el 17 de agosto de 2022.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha estado dispuesto a sentarse a hablar con todos los gobiernos de Colombia desde finales de los años ochenta. Ha pasado más de la mitad de su existencia intentando una salida negociada, sin que hasta ahora haya tenido éxito. Alrededor de esas conversaciones se ha creado la idea —con razones― de que es difícil llegar a acuerdos, por lo que la Presidencia de Gustavo Petro tiene el reto de hacer que esta vez sí funcione y acabar con el mito de que es imposible pactar con el ELN.
El Gobierno de Petro entra con ventaja a este nuevo intento. La agenda de negociación está firmada desde hace más de cuatro años, y el proceso de participación ciudadana, que siempre ha reclamado la guerrilla, avanzó en varias audiencias con población civil que se hicieron antes de que Iván Duque, como presidente, suspendiera el proceso en 2019. El ELN también está ayudando esta vez a hacer el camino más fácil: en una semana liberó a 15 personas que tenía secuestradas, entre ellas a seis militares. Petro reconoció ese acto ―”El camino de la paz es el mismo camino de la libertad”, escribió en Twitter― y la oficina del comisionado para la Paz celebró las liberaciones como una muestra de voluntad para avanzar. “Su decisión humanitaria es un gesto importante en la construcción de las bases para reiniciar el proceso de diálogo”, señaló en un comunicado.
“Hay razones para que el ELN, ahora más que nunca, tenga la disposición de ir más allá: el Gobierno le ha dado legitimidad a la delegación que está en Cuba, ha avalado la agenda que se firmó, ha acogido los puntos que se establecieron sin condiciones y ha renovado los protocolos que habían sido desconocidos por Iván Duque”, señala Velandia, para quien hasta ahora todos los gobiernos (desde Pastrana hasta Santos) se han acercado a esta guerrilla con una mirada “muy estrecha”. “Siempre se han sentado con en ELN para buscar desarmarlos antes que para dialogar y escuchar las transformaciones que desde su nacimiento ha buscado esta guerrilla”.
El encontronazo de Jair Bolsonaro con el youtuber Wilker Leao
Carlos Velandia, exguerrillero del ELN, dice que aunque la organización está militarmente más fuerte hoy que hace cuatro años, con al menos 2.500 hombres en sus filas, mantiene su disposición al diálogo. “Lo difícil para el ELN no es dialogar, lo difícil es llegar a un acuerdo”, reconoce Velandia, que durante 35 años estuvo en esta guerrilla y llegó a integrar su dirección nacional. Ahora es investigador en temas de paz y ve con entusiasmo el capítulo que se ha abierto con la visita de una comitiva a La Habana y el reconocimiento del Gobierno colombiano a la delegación guerrillera que permanece en la isla. “Siempre han estado dispuestos a dialogar, que no es lo mismo que negociar. Para ellos el diálogo es el camino para establecer una conversación política para buscar soluciones a los problemas del país por los que justamente se alzaron en armas. No conciben el diálogo para ponerle fin a la guerra o dejar las armas, sino para resolver las grandes dificultades que se viven en las regiones”, explica por teléfono Velandia, que cree que la guerrilla se volverá a sentar a la mesa “bastante a gusto”, frente a un Gobierno que le ha dado legitimidad a lo que se había avanzado en el proceso con Juan Manuel Santos.
“Hay razones para que el ELN, ahora más que nunca, tenga la disposición de ir más allá: el Gobierno le ha dado legitimidad a la delegación que está en Cuba, ha avalado la agenda que se firmó, ha acogido los puntos que se establecieron sin condiciones y ha renovado los protocolos que habían sido desconocidos por Iván Duque”, señala Velandia, para quien hasta ahora todos los gobiernos (desde Pastrana hasta Santos) se han acercado a esta guerrilla con una mirada “muy estrecha”. “Siempre se han sentado con en ELN para buscar desarmarlos antes que para dialogar y escuchar las transformaciones que desde su nacimiento ha buscado esta guerrilla”.
Iván Cepeda, que viajó a La Habana como congresista y presidente de la comisión de paz del Senado, también ha hablado de los errores que el nuevo gobierno no puede volver a cometer si quiere avanzar con el ELN, la última guerrilla activa de Colombia. “Nos hemos pasado 60 años discutiendo sobre condiciones, sobre requisitos que se deben cumplir antes de dialogar y el resultado de eso se mide en vidas que se han perdido. Fueron cuatro años de discutir si el ELN debía entregar a los secuestrados o no, y el viernes, cuando llegamos al anuncio de que se reiniciaban los diálogos, el ELN liberó, sin que el Gobierno hiciera ninguna exigencia, a nueve ciudadanos que tenía en su poder. Eso significa que, si el diálogo avanza, vamos a alcanzar precisamente el objetivo que es salvar vidas y lograr la paz”, aseguró el senador en una entrevista a la agencia EFE.