El mexicano Rafael Caro Quintero, el fugitivo más buscado por la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, en inglés) y por quien se ofrecía una recompensa de 20 millones de dólares por información para su captura, fue detenido este viernes en el municipio de Guachochi, en el norteño estado de Chihuahua.
La detención de Caro Quintero, de 69 años, se debió a que las autoridades supuestamente habían detectado que regresó a la actividad criminal a mínima escala, según confirmaron fuentes oficiales.
El capo de 69 años, detenido en un operativo de la Secretaría de Marina (Semar), era buscado por el secuestro y asesinato en 1985 del agente de la DEA Enrique Camarena, perpetrado en febrero de ese año, y por otros crímenes relacionados con el narcotráfico y la delincuencia organizada.
Fundador del Cártel de Guadalajara, Caro Quintero fue uno de los principales capos en la década de 1980 y de los primeros en enviar droga a gran escala a Estados Unidos.
Nacido el 3 de octubre de 1952 en el estado mexicano de Sinaloa, cuna de los grandes capos mexicanos, Caro Quintero, que amasó una gran fortuna, fundó su cartel junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, alias “Don Neto”.
La detención de Caro Quintero ocurre días después de la reunión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden.
A finales de noviembre de 2019, una jueza federal mexicana otorgó al capo un amparo contra la extradición a Estados Unidos, donde era requerido por el asesinato del agente de la DEA en 1985.
Mientras que a inicios de octubre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negó el amparo contra la extradición al narcotraficante, prófugo desde que en 2013 salió de prisión por un fallo judicial que fue revocado posteriormente.
Después, Caro Quintero, quien estuvo preso de 1985 a 2013, fue liberado por un fallo que luego fue revocado.
Estados Unidos presentó en abril de 2018 un nuevo proceso criminal contra el capo como responsable del secuestro, tortura y asesinato del agente Camarena.
Las autoridades estadounidenses ofrecían una recompensa de 20 millones de dólares para quien les proporcionara información que les permitiera localizar y capturar a Caro Quintero, señalado como el líder de una empresa criminal.
Al salir de prisión, las autoridades presumen que se unió a las filas del cartel de Sinaloa y estuvo implicado en el tráfico de drogas, la razón que motivó a que Estados Unidos decidiera abrirle un nuevo proceso en la corte del distrito este de Nueva York, la misma en la que se juzgó a Joaquín “el Chapo” Guzmán.